jueves, 26 de noviembre de 2009

ISABEL DEL TRÁNSITO RUIZ DE CARRANZA "LA CHABELA": BIOGRAFIA NO AUTORIZADA

Nació el 15 de agosto de 1932 en el pueblo de Taco Ralo, departamento Graneros de la provincia de Tucumán, hija natural de María Ignacia Ruiz, quien había tenido otro hijo de nombre Pedro Ruiz, el que residía en Tucumán.
El 27 de diciembre de 1947, contrajo enlace con Alejandro Carranza, en San Pedro de Guasayán, Santiago del Estero, de cuya unión no nacieron hijos aparentemente, quedando viuda al poco tiempo.
Posteriormente, tuvo una hija de nombre María Isabel Illescas.
Comienza a ser conocida en nuestra provincia, a partir de 1953, siendo una mujer de estatura mediana, robusta, cutis trigueño, ojos marrones muy claros con los párpados algo entreabiertos y cejas finitas y largas que le daban una mirada muy interesante y cautivadora; tenía cabellos castaños claros, llevándolos siempre cortos.
En 1953 había comenzado a trabajar en la prostitución, pero recién lo haría legalmente hacia 1954, cuando vivía en la casa de Facundo Vargas, en calle 20 de Febrero Nº 1584 y tenía 22 años de edad. Ese año se fue a trabajar al “Dancing de María A. Chávez” en la localidad norteña de Embarcación, donde aparentemente no tuvo el éxito que buscaba, así que se marchó a la ciudad de General Güemes, a fines de 1954 y trabajó parte de 1955 en el local de Carmen Rosa Galarza, en calle Marcos Avellaneda Nº 292.
A mediados de 1955, se vino a la ciudad de Salta, donde trabajó en el local “Mi Querencia” también conocido como “La Mariposa”, en calle Rondeau Nº 985 propiedad de Griselda Juárez de Paz.
En el año 1956, alterna como prostituta en el local mencionado de la ciudad de Güemes y en “La Mariposa – Mi Querencia” de esta ciudad.
En 1957 se marcha a la ciudad de San Ramón de la Nueva Orán, donde trabaja en el local de Lidia Brito Vda. de Mena. Este local era el Dancing “El Plátano” y se ubicaba en la calle Belgrano Nº 1008.
Posteriormente se radicaría definitivamente en Salta, residiendo primeramente en calle 20 de Febrero Nº 1676 para posteriormente residir en calle La Florida Nº 1596 en pleno “Bajo Chico” donde, con el correr de los años, comenzaría a regentear las famosas “Tres Puertas” a “orillitas del canal” no menos famoso que el otro de nuestra ciudad.
En 1959, cuando trabajaba en la calle Damián Torino al 800, fue acusada por un cadete de la escuela de policía, por haberlo contagiado de blenorragia.
En la casa de la Florida y 16 de Septiembre, comienza muy pobremente, allá por el año 1960. El edificio era del tipo rancho, el cual se describe en circunstancias en que fuera denunciada por la meretriz Edelmira Carbone viuda de Oliva por constantes insultos y por haber bailado desnuda en la vía pública, (hecho que también presenciaron otras prostitutas como Nélida Guzmán, Zulema Brizuela y Sixta Maidana). La “Chabela” declaró que todas las mencionadas ejercen igual comercio y que, con ella, desde hacía tiempo se encontraban enemistadas y, por ese motivo, siempre se trababan en discusiones, sin llegar a las vías de hecho. Por otra parte, manifestó en la oportunidad que la imputación de bailar desnuda en la calle era falsa, haciendo constar que el rancho que poseía, constaba de una pieza cercada a su alrededor con lona de arpillera y en uno de los laterales que colindaba a una pieza contigua al rancho de la señora Nélida Guzmán, existía un agujero por el que probablemente fue vista por ésta o por una hija menor, de catorce años de edad y, como la declarante trabajaba desnuda, al verlas espiando en varias oportunidades las retó y les reclamó la actitud, cerrando el agujero, pero el mismo fue abierto nuevamente por terceras personas.
En ese entonces, también fue denunciada por un menor de apellido Ganen, quien recién había cobrado dos meses juntos de sueldo (mil cuatrocientos pesos),quien dijo haber sido llamado por la Chabela, la que lo pasó a la pieza y aprovechando de un descuido lo dejó sin el dinero.
Isabel del Tránsito Ruiz de Carranza o la popular “Chabela”, aparentemente no tenía buen genio, se llevaba mal con muchas personas, especialmente sus compañeras vecinas y casi siempre era denunciada por distintos hechos, algunos, como lo que comentamos, ajenos a la infracción del ejercicio específico de la prostitución, aunque en la mayoría de los mismos no se le pudieron comprobar obteniendo consecuentemente el sobreseimiento judicial.
Algunos mencionaron que le faltaba un mejor criterio en su vida de relaciones, que era casi ordinaria y pendenciera, que no servía ni había que confiarse en ella. Lo que desconocen, seguramente, es la vida sufrida a la que tuvo que enfrentar, cuando salió de su Taco Ralo natal.
El mal carácter la llevó, posteriormente y en varias oportunidades, a enfrentarse hasta con sus mismas pupilas, cuando la vida le fue mucho mejor. Como el hecho en que Norma Lucero, Gladys Isabel Monzón de Molina y Juana Rosa Carrizo, con amplios detalles manifestaron que ellas trabajaban en sus domicilios ejerciendo la prostitución, bajo la administración de la nombrada “Chabela” quien se beneficia por el producto del comercio carnal de las mencionadas.
La “Chabela” aun vive en sus antiguamente famosas “Tres Puertas”, pero el negocio se viene abajo, pues una competencia peligrosa y fatal se apoderó del Bajo Chico: la venta de drogas como el “paco”, “pecoso”, etc., que ha reunido un sinnúmero de grupos de menores arrebatadores, quienes adictos a estas sustancias, no dudan en dejar desnudos a los ingenuo clientes del sexo para cambiar el producto de sus pillerías por la droga. A su vez, asustados, los antiguos clientes del comercio carnal, fueron desapareciendo…
La droga está logrando lo que la misma dictadura militar no pudo: exterminar a la prostitución del Bajo Chico.

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