martes, 13 de julio de 2010

¿CÓMO ES COCHABAMBA?

Si me preguntan cómo es Cochabamba, podría decirles que es magnífica; pero eso no es algo descriptivo, es valorativo. Entonces tendría que decirles que llegué el 9 de julio a la tarde noche y en estos cuatro días pude comprobar lo que todo el mundo dice: en Cochabamba en invierno no hace frío y en verano no hace calor. Se vive en una eterna primavera, de clima árido seco por lo que difícilmente se nuble el cielo turquesa y amplio rodeado de montañas.


Tuve la suerte de dormir dos noches en casa de un cochabambino de acomodada posición social, en un suburbio rico de la ciudad. Me conmovió la simpleza de su trato, la alegría con la que cedía su casa y la muy buena atención. En su Montero conocí algunos sitios alejados y también me prevenía de las zonas peligrosas…

Cuando dejé su casa me crecieron alas y salí a volar, a palpar la ciudad como cuando con mi mochila adolescente, caminaba cuadras y cuadras sin apuros, conversando, preguntando, sintiéndome de una manera esencialmente libre.

Me quité los miedos seudo-burgueses junto con los mocasines lustrados y de zapatillas me lance a la calle, ávido de conocimiento sobre la Cochabamba cotidiana y profunda. Con un alto de fotocopias de un poema dedicado a las mamás policías me metí en la brigada de la mujer y la familia. La comandante ese mismo día había tomado el cargo y llena de tareas no me podía atender. Le pedí a una oficial que me reciba los poemas y que por favor los reparta. Cuando se paró para despedirme con un beso, le vi la panza que dijo de cinco meses y pensé que el poema le venía bien. Ahora la foto de Rita anda en manos de mujeres policías en Cochabamba.

No quería irme de esta ciudad sin conocer Quilla Collo y el santuario de Urkupiña, al que aquí le dicen “El Calvario” de la virgen. Tomé un micro amarillo en la Plaza de los Suspiros y lentamente la siesta me tragó por una larga avenida pavimentada por espacio de 10 km aproximadamente. El contacto con la gente de trabajo, obrero y estudiantes que regresaban a sus casas, niñas con celulares mensajeando al aburrimiento, cholas con bolsas, incómodas y transpirando, viejos, niños y el chofer que a cada rato para su “flota”, conforme al grito que viene del fondo “En la cuadra!!” para que el pasajero descienda por la única puerta que está adelante frente al televisor sobre la cabeza del conductor. El viaje cuesta 1,5 bs algo de 94 centavos de los nuestros.

Frente al calvario compré billetes apócrifos para que la virgen me diera dinero, pero sabiendo que eso era dudoso. Yo con la virgen tengo mis enojos, pues en su día quedé tuerto y siempre me pasan cosas, como cuando en su día me la llevó a la tía Albina, jadeando, extenuada de luchar contra la muerte. Subí hasta el altar, sin aire, morado, pero allá me sentí mejor. Le conté en silencio que Rita le tenía una fe bárbara y le pedí por todos, pero me acordé de mi y le dije cosas que no puedo decir…

Arriba, atrás del templo me encontré una piedrita, de esas que según los lugareños le gusta a la virgen. El sol caía cuando llegué nuevamente a la plaza principal. En la terminal ya había comprado el pasaje para Potosí, sin pensar que era una zona según ellos peligrosa. A los precios hay que buscarlos, porque de 160 u 80 bolivianos encontré a 52 bs ($ 32,50) será por que viajo el martes 13? La cuestión es que salgo a las hs. 20,30 y llego a las 06,00 a la ciudad de la casa de la moneda y el cerro rico de la plata de antaño.

Cochabamba es así. Es Sudamérica. Es peligrosa y agradable; vieja y moderna; siempre dicotómica, dual como su antigua creencia incaria; es la Bolivia del celular pero no en la calle, a lo tonto para atraer ladrones; es la de los ciber que no les dicen ciber sino internet y éstos cierran temprano; no vi wi-fi; es la ciudad de los que miran a Tinelli, pero que solo lo ven los grandes quienes corren a los niños de la pantalla; en el mundial fue española aunque no festeja el bicentenario la Bolivia profunda, a pesar que esta ciudad cumple en setiembre sus 200 años de vida, desde que se llamara Villa Santibáñez . Evo les enseñó la plurinacionalidad y la igualdad de derechos. Ya no quieren a los q’aras, como le llaman despectivamente a los blancos y criollos. “Cochabamba es fenicia,- me contaba un profesor de religión, escritor porteño con tonada “cocha”-solo está atenta a sus negocios ya sean privados o dedicados a la política y el pueblo, en general, es ingenuo. Los ricos no leen poesías, no les interesa.” Yo entiendo que esta regla no es general, ya había estado conviviendo con ricos y tenían mucha lectura, mucho más de lo que se cree.

Como dije, casi todas las calles se encuentran pavimentadas; hay GNC que le dicen GNV, la súper cuesta 3 bs ($ 1,875). ¿Alguien quiere morirse? Se puede comer con 10 bs. ($ 6,25) según el lugar.

Hay un gran caudal de brasileños, jóvenes, que por el beneficioso cambio y la buena propuesta educativa, se vienen a estudiar a las universidad de San Simón, carreras tales como Ingeniería en Comercio u otras no conocidas en otros claustros como el nuestro en Salta y Jujuy. Hay también un buen caudal de alemanes y holandeses, pude verlos en los partidos del mundial de fútbol, agolpados y envueltos en sus banderas multicolores… Es una ciudad de unos 700 mil habitantes, que no hay problemas de estacionamiento, se estaciona en muchos lugares que en Salta estarían prohibidos. Bolivia no es prohibitiva es libre y respetuosa y conoce el trato al turista, aunque no esté correctamente regularizado el turismo en la ciudad. En este caso, el pueblo va adelante del gobierno.

Cochabamba cuenta con una generación joven y pujante de poetas y escritores, críticos y estudiosos de su literatura, donde Jaime Sáenz surge como un héroe mitológico que salió de los abismos del alcohol para crear la conciencia colectiva de que unidos todos pueden.

Cochabamba es tan indefinible como su nombre que viene de “Cocha – Pampa” generada en la antigua Villa Oropeza. En esto se parece a Salta… Salta que busca su nombre en “Sajta” que no era una etnia como equivocadamente dice una de las hipótesis de su nombre, sino que sajta es un plato regional, con picante, como “La Sajta de Pollo” que se prepara de la siguiente forma Preparación: En una sartén fría la cebolla y el ajo; cuando dore la cebolla, añada las arvejas, pimienta, sal y comino. Aparte, cocine en agua el pollo despresado con algo de cebolla y ají amarillo y cuando esté tierno retire del fuego. Cocine la tunta pelada y cortada en trozos pequeños. Cuele, agregue queso, huevo y revuelva a fuego lento hasta que cuaje el queso. Salsa: Pique la cebolla en pluma, el tomate en cuadraditos, mezcle y sazone con aceite y sal. Sirva el pollo con papas cocidas y preparado de tunta. Ponga la salsa encima del pollo.

La tunta se obtiene congelando la papa por una noche a la intemperie en helada de invierno (Junio-Julio), al día siguiente se deshidrata presionando con los pies contra el piso (exprimiendo) y se pone al agua de rio o laguna en costales permeables de plástico, este procedimiento se realiza a la hora de ponerse el sol para mantener el color blanco; las papas normalmente son de color claro pero al contacto con los rayos solares toman el color negro.

El paso final consiste en la extracción del agua después de 15 días aproximadamente el pelado y el secado al sol. El resultado ya es la tunta, que en algunos lugares del Perú y Bolivia es conocida como chuño blanco. En el Perú también se le conoce como moraya.

¿Qué les parece?

1 comentario:

  1. Buenísima la reseña Quebracho, mandales mis saludos a Fernanda y a Susana Aramayo. Que sigas disfrutando!

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