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El adjunto está recién editado, demuestra el valor de nuestras raíces ancestrales (cultura nativa), espero no les cause gracia, el sacrificio económico, físico, psicológico durante el largo año para diseñarlo artesanalmente (pesa mas de 50 kg, para llevarlo durante el corso se turnan 3 macisos jovenes), y exponerlo durante unos pocos días, siendo fugazmente reconocido, sirve como premio al vapuleado espíritu nativo.
Un pueblo que respeta a su pasado, es un pueblo con cimientos pétreos, que enaltece su dignidad y orgullo perpetuo, paradójicamente con viviente humildad, dignos herederos de la genética quebracho-guemesiana, celebrando el Bicentenario del nacimiento de nuestra Patria. No niego mi legado Calchaquí, pero hoy los Wichis me reconocen y me invitan a celebrar en la aserción inverosímil o absurda de honrar a quienes invadieron y destruyeron la cultura autóctona. Como hibrido-mutante, si es notable mi admiración por Güemes, héroe poco reconocido, pilar de la defensa del norte Argentino y verdadero artífice de la Independencia que hoy celebramos.
Este contacto (no se olviden que soy un gaucho agradecido) reaviva mis fibras mas intimas de la lejana juventud cuando soñaba emular a los grandes poetas salteños, fusionados con la cultura nativa, como Jaime Dávalos, Cesar Perdiguero, verdaderos visionarios de las profundidades del ¿Quien soy?¿Que haré? ¿Adonde iré? ¿Como me perpetuaré? ¿Serviré a mi COMUNIDAD? o tan solo soy un mediocre mas.
Bueno, basta ya, no hay lugar para los débiles, la naturaleza sabiamente los elimina, me despido con un fuerte abrazo.
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