jueves, 30 de enero de 2014

EL MISTERIOSO NOMBRE DE SALTA II

Si creíamos que solo los salteños andábamos en procura de una respuesta etimológica al nombre de Salta, estábamos errados. Un caso en particular me sorprendió al leer el n° 169 de “El Comercio” del 13 de diciembre de 1856, veamos esta copia fiel:

“VARIEDADES”

“ESTRACTO DE LAS MEMORIAS DE UN VIAJERO”

“En un viaje de esploracion alrededor del mundo á bordo del Bergantin *El Ynconstante* remontándome a tierras adentro, llegué á un país que para mí debe llamarse el país del baile, en razon a las circunstancias que explicaré después.”

“Un poco al Sur del Trópico de Capricornio es la latitud de su capital, cuyo nombre ha ejercitado la sagacidad de los etimologistas, haciéndola derivar los unos de una palabra índica que significaría monte, los otros de una zumba que dirijian los primeros pobladores á los indios que los venían a acometer: Brinca, ó Salta, les decían, desafiándolos á que pasasen unos fosos llamados Tagaretes, que por cierto no me hubieran detenido mucho cuando joven. Pero ahora es otra cosa y no sin razón dice el refrán latino: O tempora, ó mores! Cuando no seas joven, ya no podrás brincar.”

“Yo soy algo etimologista, y he encontrado otro orijen. Si sufro alguna equivocación, poco se me da, porque no pretendo á la infalibilidad. Dejo esto a otros. No he nacido para Papa; lo que prueba al menos que no me creo iluminado a perpetuidad por el Espiritu Santo. Me contentaría yo con menos, y me bastaría serlo á ratos. Pero reparo que, si no tengo buenas piernas, quizá tampoco tengo mejor la cabeza, y por esto se pone á correr á falta de los pies como una loca. Mas valdría que todo fuese mejor sentado. Volvamos al orijen del nombre de nuestra capital; que en eso estábamos.”

“He oído contar que la Colonia fundadora venía de Andalucía, provincia ibérica de mucha nombradía por sus caballos y por sus gitanas. Quien corre como un caballo andaluz? Quien baila como una gitana andaluza? El verlas bailar y hallarse tarantulado con una comezón de bailar espantosa es todo uno. Por consiguiente como antes se hablaba latín en Andalucía, la voz Salta pudiera derivar muy bien de Saltatio, Saltator, Saltare, Salta. Baile, bailarín, bailar, baila; y me fundo a mayor abundamiento en que se leían antiguamente en una portada que servía de entrada á la ciudad estas siete palabras latinas: Si vis huc venire, disce saltare, salta. Si quieres venir a establecerte aquí, aprende á bailar, baila. Así se encuentra perfectamente esplicado este gusto natural al baile, tan natural que no hay necesidad de aprender á bailar para los hijos del país. Todos y particularmente todas nacen sabiendo.”

“Una de las peculiaridades que he notado y que debe tener el castigo de un crimen irremisible, mientras hay perseverancia en él, cual es por ejemplo el de echarse á perder por sus propias manos la última, la más perfecta obra de la creación, es la prodijiosa cantidad de niñas que se hallan en relación a los mozos en la proporción de tres á uno, dos sobre tres entonces con la agradable perspectiva de quedarse para tías, pero dotadas las tres e la misma agilidad de suerte que un mozo que quisiera cumplir rigurosamente con las leyes de la política no tendría en las noches de baile, ni en los días que á veces se emplean en esta diversión el mas mínimo momento de descanso. De allí resulta que en las reuniones siempre se presentan una, dos y aun tres horas después de las niñas, quienes los están los están recibiendo con la risa en los lábios porque quieren bailar, y con la rabia en el corazón porque se creen despreciadas, no conociendo que los desventurados solo han tratado de economizar fatigas.”

“Otra consecuencia de esta desigual proporción es que, siendo la infancia la época de la vida en la que para el desarrollo físico se necesita mayor movimiento, ya casi no entran á bailar sino niñas de doce á quince años con su séquito de mozos engreídos de quince á diez y ocho; lo que constituye sino la flor de la juventud, al menos la flor de la niñez. Engreidos he dicho hablando de los mozos; y como pudiera ser de otro modo? Son uno para tres, y solo el afecto de las tres al baile lo cede á su afecto al matrimonio, y para tres no hay mas que uno.”

“Esta singular situación ha producido un verdadero estado de guerra entre los dos sexos, el bello y el feo. El segundo ya no se acerca al primero, como si tuviese miedo de ser arañado; el primero trata de vengarse con el jaleo al cual no contesta siempre el segundo son toda la dulzura posible, seguro de que sobre tres habrá siquiera una que para casarse pasará por encima de todo, aun por encima de la pérdida del baile. Pues una vez casada, adiós baile considerado para la mujer salteña como el nec plus ultra de las pompas y de las obras del Demonio. Subsiste en el fondo del corazón el afecto al baile, pero tiene que quedarse al estado latente, sin atreverse a chistar. No sería asombroso que, perfeccionándose este sistema, luego en el país del baile no bailasen mas que criaturas.”

Qué me cuenta? Todo un argumento del tres por uno para justificar el baile y su traducción al latín. Y no paran no?


lunes, 20 de enero de 2014

EL MISTERIOSO NOMBRE DE SALTA

        ¿De dónde vino? Vaya uno a saber. Muchos coinciden en que el portador del nombre “Salta” era el otrora poderosísimo y actualmente vilipendiado Virrey Francisco de Toledo, quien había diseñado un plan estratégico para brindar seguridad a los caminos del virreinato que consistía en un collar de ciudades alejadas en lo posible del peligro de los indios chaquenses, y cuya primer perla comenzaba en Lima para llegar al otro extremo: Santiago del Estero; pero en esa línea le faltaba una ciudad que él creía conveniente fundar en el valle de Salta.

Muchos gobernadores habían fallado en el intento o no lo habían intentado siquiera, hasta la llegada del Licenciado Don Hernando de Lerma, quien en 1582 funda la muy noble y leal ciudad de San Felipe de Lerma en el Valle de Salta, dando inicio a un plan de conquistas, sobre todo económicas que facilitaban el comercio con el nudo económico del Potosí en el Alto Perú.

Como después veremos, Lerma se va preso a Madrid y sus opositores, entre los que se suman miembros de la Iglesia local, no esperaron mucho para intercambiar el nombre de la ciudad por el del valle, quedando el “San Felipe” perdido en la memoria colectiva por primera vez, ya que el segundo olvido se daría al ser destronado junto a Santiago (San Tiago) como Patronos de una ciudad que tuvo cinco patronos, según sus necesidades inmediatas: (San Felipe y Santiago, San Bernardo, y el Señor y la Virgen del Milagro).

Ahora la ciudad se llamaba Salta y el valle fue de Lerma, nombre que los salteños no se pudieron sacar de encima por más empeño que hicieron.

Pero, ¿de dónde viene el vocablo “Salta” y qué significa?

Fácil pregunta con respuesta difícil, incluso hasta infantil a veces; como cuando se afirmó que los indios se animaban entre ellos a saltar los famosos tagaretes, hoy escondidos debajo de las avenidas céntricas de nuestra ciudad.

-¡Salta! ¡Salta! –se decían en perfecto castellano desconocido para ellos. Por lo que cuando los conquistadores los encontraron, estos grupos de pueblos primitivos ya hablaban de corrido su idioma. A veces, tanta ingenuidad en los historiadores da pena.

Otros investigadores hablaban de que los dueños de la tierra eran los “Sajtas”, un grupo con marcadas características de guerreros e indómitos y que de allí, por deformación lingüística, la etnia se fue denominando “Salta” y de esta manera el nombre quedó en la tierra que ocuparon, nuestro actual valle. Pero resulta ser que en las lenguas primitivas que se hablaban en la región, solo encontramos el vocablo “Sajta” en la lengua quechua, y este es un sustantivo que significa un manjar de ulluku (la llamada papa lisa o papa coya o morada) machacada y que se come con charque y ají. Por su parte “Sajtasqa” es un adjetivo que significa triturado, machacado, majado.[1]

Otra hipótesis sobre el nombre “Salta”, quizás la más defendida por sus simpatizantes e investigadores históricos, es aquella que afirma que el vocablo proviene de la voz aymara “Sagta” que significa “Muy Hermosa”. Veamos… En el diccionario quechua encontramos el adjetivo “bello” que se pronuncia “Sumaj”; en aymara “hermoso” se puede decir “suma”, “achaya”, “k’acha” o “panqara”. Para “bello” le corresponde solo “achaya” y “panqara”. La palabra “Sagta” no existe en el aymara ni en el quechua. Ahora bien, en aymara “saxta” es un guiso de gallina.

También debemos saber que en la lengua aymara existe la palabra “salta” que hace alusión a las figuras en telares y/o vasijas. Que difícil tarea ¿no? A seguir participando.



Diccionario Queshwa – Castellano; Castellano – Queshwa “Jesús Lara” Ed. Los Amigos del Libro. Oruro (Bolivia) 2001.

Diccionario Freelang Aymara - Español, Español - Aymara. En la web.