Valle escondido entre montañas.
Aire que me quita el aire,
puna en altura, cielo de cóndores,
sol que no se esconde,
con luna de estaño...
Historia de heroínas criollas,
de mujeres indias
y de mestizas, warmisitas bellas...
anhelo de Patiño.
Tierra de la tierra misma
Pachamama adorada en chicha
y en tiernas hojas de coca...
Cochabamba...
Te admiro desde el Cristo de la Concordia,
desde "La Cancha" y "Maiamicito"...
Busco respuestas en el quechua de tu voz
y me pierdo en tu belleza morena,
en tu silencio milenarista
y en tu rebeldía de todos los días.
Tierra de paso, si se quiere,
entre la colla ciudad de La Paz
y la camba Santa Cruz guaraní.
Tierra del Chaparé y del Chimoré,
de las tibias lluvias de Villa Catari
donde vuela la wipala
en la selva del trópico cocalero,
tan exótica y misteriosa,
como exhuberante y peligrosa.
Cochabamba...
Gentil y hospitalaria, solidaria.
Se que algo mío quedará en esta tierra:
mi asombro, mi gratitud
y un pedazo de esta mi alma inquieta.
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