Ingreso del Palacio Simón Patiño lugar del VI Encuentro
Detalle del parque palaciego
Quebracho con el escritor Diego Trelles Paz, peruano residente en Nueva York
Escritores salteños de la U.S.d.E. con colegas venezolanos
Un "chivito" de Quebracho, los SUÁREZ también se expusieron y las EVA se agotaron
Escritoras de la U.S.d.E. con una colega boliviana
La presentación de las EVA a cargo de Lucrecia Coscio, Susana Aramayo y María Fernanda Agüero...
En la foto también, de izq. a der., Ramón Rocha Monroy, Eduardo Scott Moreno, el porteño Juan Terranova y Diego Trelles Paz.
Lucrecia entregando un ejemplar de Eva Decidió Seguir Hablando, recién dedicado a una lectora boliviana. El libro gustó mucho y las mujeres se reunieron en la mesa pidiendo un ejemplar agotando los que fueron traídos a Cochabamba.
Panorámica de la presentación en los jardines del Palacio Patiño
Breve comentario:
Debido a lo largo del viaje y no haber podido viajar unos días antes, llegamos a Cochabamba recién para la tercera jornada del VI ENCUENTRO DE ESCRITORES IBEROAMERICANOS, era el viernes 9 a las 19,00 cuando hizo su ponencia el escritor boliviano Manuel Vargas bajo el título "Ahora que Hago" y era verdad, pues la temática era "Humor y Literatura" y Vargas, un excelente escritor según la crítica, no preparó sus chistes dejando entrever que no era del género humorístico, de todas maneras, alcanzó por su compostura y buen genio. Después le tocó el turno, cerrando la noche, a Juan Terranova, quien bajo el título de "Un boliviano, un judío y un argentino entran a un bar", caló duro en las relaciones argentino-bolivianas, manifestando todos los peyorativos conque, según él, todos los argentinos discriminan a los bolivianos, tales como bolitas, bolas, etc., poniéndo su énfasis demagógico, cuando afirmó que su padre, arquitecto, siempre contrató bolivianos y no los trataba de "bolitas". Los demás argentinos quedamos chatos y "ninguneados" por muchos bolivianos incluida la prensa local que ignoró la presentación del libro antológico salteño.
El sábado 10 empezó temprano y, en su alocusión, las escritoras salteñas explicaron que no estabanm de acuerdo con lo mencionado anteriormente y que muchos argentinos promovemos puentes, construimos lazos amistosos y tratamos de hacer cosas conjuntas con nuestros hermanos bolivianos. Que si bien es cierto hay personas que no simpatizan con los bolivianos eso no nos incumbe a la generalidad. Nadie dijo nada al respecto. A pesar de que la antología de las escritoras salteñas se había agotado, veíamos a Terranova firmar hasta tarde los libros a sus lectores. Se había ganado al público con solo hblar mal de los argentinos. Hay un comentario que deseo agregar, cuando nos presentaron a Terranova, dijo que había escrito sobre la Virgen del Cerro de Salta y que con el adelanto que le dio la editorial, pintó su casa... Pobres los pobres escritores salteños, que nadie les paga de antemano para escribir de su tierra, cada uno junta sus recursos y vende lo que puede... Dichoso el Terranova.
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