viernes, 28 de enero de 2011

TRES VECES TRES

Es este el poema que te debía.
Lo tenía en el sueño de la rosa del alba
Bajo la límpida lágrima del rocío
Donde guardo mis secretos
Más guardados
Mis anhelos y mis delirios…

Es este el poema que te debía.
Tu, mi princesa encantada,
Yo, el final de tu hechizo…
He viajado a través de los años
Para besar tus manos
De adolescencia perfumadas…

No quiero equivocarme de nuevo
Mi niña casta
Dibujaré grande en la luna
Un “Te Espero”
Para que lo leas desde tu casa
En este vals sin tiempo.



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Me fui a buscarte al pasado
Aferrado a tu recuerdo
De distancias en tiempos
Profundidades del alma
Silencios sin mordazas…

Caminé por tus venas
De sangre caliente
Irrigando conciencias
Y abrí las mías
En un conjuro sin tiempo
                        ni metas
                        ni prodigios
Y así…
Te encontré acurrucada
En el arco iris de la adolescencia
Con un poema
                       y una carta
llenos de adioses
                       y despedidas.

Me acerqué bajo la lluvia
Con sol y colores
Sequé tus lágrimas
Con un retazo de cielo
Y te dije:

No llores niña por este amor perdido
Que tus penas se vuelvan flores
Y tus lágrimas ríos…

Un día verás a ese amor
Avejentado en la tristeza
Apenado y perdido.

Hoy miro tu belleza madura
                              despreocupada
                              enamorada
                              radiante
                              espléndida…

El conjuro se ha cumplido…

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Mujer… el cielo en tus ojos
Pide clemencia al encierro
y envuelve en llamas mi rostro
si tus pupilas encuentro…

No era de noche esa noche
Había salido el lucero
En ese rubio derroche
Que hizo al alba de tu pelo…

Y yo… sentado y perplejo
Clavé espuelas en mi tino
Desenterré mi silencio
Poniendo cara de Cristo…

Rogando que de la plaza
Me llamase algún amigo.
Me encontraba sin corazas
Y muy bien desprevenido…

Y el ángel ¡Qué ángel por Dios!
Se sentó al costado mío;
Y conversó con los dos:
Era testigo un amigo…

Primero sentía el frío
Mi oquedad se insinuaba
Después me vino el alivio
Con mi palabra integrada…

Dejé a mi amigo en su casa
Y en el viaje de regreso
Con la luz de luna blanca
Me besaron los recuerdos…

Decían las viejas de antes
Que de esto mucho sabían
Que los primeros amantes
Al altar no llegarían…

Que va a ser tatita mío
Mucha prenda pa mi rancho
Ya estoy viejo pa amoríos
Y para hacer zafarrancho…

Cerré el portón de la casa
Con la tristeza infinita
Si fuera otra la historia…
                                        pero
La vida ya fue vivida.

3 comentarios:

  1. Alberto Ernesto Feldman29 de enero de 2011, 9:51

    Aunque a la Poesía le escapo, por difícil e inasible para mí, leer "Tres veces tres", me pudo.Una belleza.Gracias Marcelo.
    Alberto

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  2. Mónica Susana Alsina29 de enero de 2011, 19:21

    qué decir ante tanta belleza hecha palabras, o mejor, poesía. Bellas, Marce. Esas eran las que tenías en el libro de adolescente? Se nota que llevas la poesía en la sangre!!Me tomé el atrevimiento de copiarla en mi muro de face...no puedo permitir que mi gente amiga se pierda esto!!!Cariños. Mónica

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  3. gracias chicos... los escribí la otra noche, ebrio de "saudades"...

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