CATASTROFES Y DESASTRES

Salta conlleva toda una historia ligada a desastres, generalmente producidas por terremotos y, en menor medida, por tornados, aludes e inundaciones. Tal es así que la devoción de la población a sus patronos tutelares el Señor y la Virgen del Milagro, arrancan de un fuerte sismo a fines del siglo XVII, cuyo epicentro fue en Río Piedras produciendo graves daños a la población y a la estructura edilicia de la conocida "Ciudad de Esteco" o Talavera de las Juntas, sintiéndose esos movimientos telúricos hasta en nuestra ciudad, lo que hizo que el pueblo sacara en andas dichas imágenes para que terminen los temblores. Esto pone a nuestra provincia, junto a Mendoza y San Juan, entre las tres provincias con mayor riesgo de desastres sísmicos.

Riegos, catástrofes y vulnerabilidad

La conflictiva relación entre la naturaleza y la sociedad determina reacciones perjudiciales tanto a una como a otra de ellas. Las inundaciones, sequías, erupciones volcánicas y terremotos forman parte del comportamiento normal y esperable de la naturaleza. Cuando un fenómeno natural afecta a una sociedad determinada, se dice que ha ocurrido una catástrofe o un desastre. No constituye desastre mientras no se vincule a una sociedad. Un terremoto ocurrido en un área despoblada no es un desastre.

Catástrofe o desastre se define como una situación detonada por un fenómeno natural o tecnológico que afecta a una sociedad dada. Éstos ocurren de una manera repentina y sus consecuencias se traducen en importantes alteraciones en la vida cotidiana del grupo social, también en la estructura económica y social de la sociedad, lo que determina la necesidad de ayuda y asistencia.

Cuando el enfoque se centra en las causas que hacen posible una catástrofe, se deduce que los problemas no son los desastres en sí mismo, sino la existencia de condiciones de riesgo que posibilitan la ocurrencia. La pobreza, el desarrollo tecnológico, la marginación, la inseguridad, conforman situaciones de riesgo. Así, al ocurrir una catástrofe, ésta pone en evidencia la situación de riesgo preexistente. Las condiciones de riesgo permanente en la que viven muchos grupos sociales, hacen disminuir la capacidad de resistencia y de recuperación. Por lo tanto, un evento de pequeña magnitud, puede causar un desastre de consideración.

El riesgo es un proceso continuo y aparente, "invisible", que posibilita la aparición de una catástrofe. Es posible estudiar el riesgo considerándolo en dos grupos, por un lado, los eventos naturales y tecnológicos, con sus propias características y diferencias; por otro lado, la sociedad sobre la cual ejercen impacto, o sectores de ella, con sus características propias y sus diferencias internas.

Entre los eventos naturales o tecnológicos se incluyen sismos, inundaciones, huracanes, sequías, deslizamientos, erupciones volcánicas, derrames de petrólio, explosiones nucleares, accidentes químicos, etc. Si bien todos ellos son diferentes, tienen una característica común: son potencialmente peligrosos. Por lo que se los define como amenazas o peligros, que a su vez se diferencian en amenazas naturales y amenazas tecnológicas que dañan un área poblada o con infraestructura.

Entre las características de la sociedad, se incluyen aquellas que la hacen incapaz de responder correctamente ante una amenaza: pobreza, viviendas mal construidas o ubicadas, bajos niveles de educación, desigualdad social, etc., a este conjunto de factores se los denomina "vulnerabilidad". Esto hace que el impacto de un evento físico sea diferente según las particularidades de cada sociedad.

Tipos de Amenazas

Según su origen las amenazas se clasifican en:

Amenazas de origen natural: se originan de fenómenos naturales, en primer lugar se encuentran los hidrometereológicos que son aquellos que se originan en la hidrósfera (conj. de agua salada y dulce de la superficie terrestre) y la atmósfera: inundaciones, huracanes, tormentas tropicales, tornados, granizo, sequías, tormentas de nieve, oleajes fuertes, anegamientos, agotamientos acuíferos, etc. En segundo lugar, están los de origen geológicos: Se tratan de los que ocurren en el interior de la Tierra (procesos endógenos) y en la superficie de la corteza terrestre: terremotos, erupciones volcánicas, deslizamientos, hundimientos, erosión, etc.

Amenazas antrópicas: Resultan de las actividades humanas, especialmente de la aplicación de tecnologías: contaminaciones por derrames, incendios y destrucción de construcciones por explosión.

Amenazas antrópico - naturales: Muchas actividades humanas que deterioran el ambiente preparan un lugar para que se desenlace una amenaza natural: La pérdida de cobertura vegetal por sobrepastoreo o deforestación, favorece la degradación del suelo y la hace más propensa a deslizamientos de tierra o inundaciones.

Amenazas asociadas o concatenadas: Las amenazas muchas veces están asociadas, por ejemplo cuando un fenómeno desencadena otro. Un huracán puede desencadenar una inundación, una sequía prepara un bosque para que se incendie fácilmente.

Alerta Temprana: Una de las respuestas más efectivas de la sociedad para hacer frente a los problemas de vulnerabilidad, es la puesta en práctica de diversos mecanismos de "Alerta Temprana". Se trata de la aplicación de tecnologías para conocer con anticipación, si es posible, que ocurra un evento peligroso y prevenir a la población. Si la alerta llega, se toman medidas protectoras para que la población esté mejor preparada para enfrentarla. Los satélites artificiales son fundamentales en la práctica de métodos de alerta temprana.

El Centro de Investigaciones sobre Epidemiología de los Desastres CRED

El CRED, con sede en Bruselas, define a un desastre natural como una situación o un acontecimiento que supera la capacidad local y requiere solicitar asistencia nacional o internacional. Para que figure en la Base de Datos de Emergencias del CRED (EM-DAT) debe cumplirse por lo menos uno de los siguientes criterios: 10 o más personas muertas; 100 personas damnificadas; una solicitud de asistencia internacional; la declaración de un estado de emergencia. Se considera que las personas han sido afectadas si requieren asistencia inmediata durante un período de emergencia para satisfacer las necesidades básicas de supervivencia, como alimentos, agua, alojamiento, saneamiento y atención médica inmediata.

http://docs.google.com/viewer?a=v&q=cache%3AGfApQi6IF4AJ%3Awww.eird.org%2Fwikiesp%2Fimages%2FCRED.pdf+cENTRO+ePIDEMIOLOG%C3%8DA+DE+LOS+DESASTRES+CRED&hl=es&gl=ar&sig=AHIEtbT99vkDLEoKTme1jgTi0Yob1JWaSw&pli=1

Ver este enlace del CRED...

El daño causado por un desastre generalmente consiste en daños directos (a la infraestructura, los cultivos, las viviendas) y daños indirectos (pérdida de ingresos, desempleo, desestabilización del mercado).

Para concluir, tampoco debemos olvidar que no solo debemos planificar nuestra repuesta ante los hechos naturales más violentos, sino también tomar precauciones frente a los riesgos que vivimos día a día en el aire que respiramos, el agua que bebemos y los alimentos que consumimos. Las aguas de mala calidad y la atención sanitaria deficiente matan a más personas en los países menos desarrollados que todas las catástrofes naturales juntas. Estos riesgos crónicos y cotidianos, pueden ser más costosos para las sociedades a largo plazo en términos de vidas perdidas, heridos y disminución de productividad que los hechos periódicos de orden natural.

Fuente:
DEL CARRIL, Patricia.  "Problemas Ambientales Globales" en Apuntes de la Cátedra "ESPACIO Y SOCIEDAD" I.S.P.S. Salta - 2008.