LA FUNDACIÓN AYNI QUE PRESIDE ROXANA PATRICIA STETSON

“KALIPAQ QORI WAMAN” (LA RECIPROCIDAD CON EL ÁGUILA DORADA DE FORTALEZA)

Cuando conocí a Roxana Stetson pude recepcionar rápidamente la fuerza de empuje de su inspiración en afán de la protección del Medio Ambiente (con mayúscula como se merece). Quizás esa fuerza que tiene su emprendimiento represente el águila dorada. La fundación que ella representa nos habla de reciprocidad y nosotros sabemos que en el antiguo incario, la solidaridad y la reciprocidad se constituían en la base de las relaciones comunitarias y del poder de la elite con el pueblo llano.

La Fundación AYNI “Kalipaq qori Waman” que significa: La reciprocidad con el águila dorada de fortaleza, es una entidad civil de bien público sin fines de lucro, con Personería Jurídica Nº 161/09. La Fundación cuenta con programas y proyectos que tienen a la preservación del Medio Ambiente. El Programa “AYNI Por la Vida y Por la Paz” atiende a la Educación Ambiental y Democrática, difusión e información para mitigar las emisiones GEI y cambio climático. Además, junto a la Asociación de Orquideófilos de Salta tienen algunos proyectos tales como:


LA RESERVA DE USO MULTIPLE NATURAL Y CULTURAL DE LOS BIOMAS DE LA PROVINCIA DE SALTA Y DEL NOA.


EL JARDÍN BOTÁNICO (ESPECIES NATIVAS Y AUTÓCTONA).


EL CENTRO DE INVESTIGACION Y CONSERVACION ORQUÍDEAS AUTÓCTONAS (ORQUIDEARIO).


ESPECIES ARBÓREAS NATIVAS Y AUTOCTONAS BANCO DE GERMOPLASMA. SUCULENTAS, CACTUSARIO, CRASAS, AROMATICAS Y MEDICINALES.


EL PARQUE DE LAS AVES Y MARIPOSARIO.


http://es.wikipedia.org/wiki/Efecto_invernadero#Emisiones_antropog.C3.A9nicas_de_GEI_de_larga_permanencia

Este enlace es para conocer sobre las emisiones GEI.

La Fundación Ayni realizó un Acta Compromiso con la UNESCO para “Plantar para el Planeta” los primeros “Mil” árboles especies nativas en la ciudad de Salta. La propuesta es un árbol por habitante en el mundo, por ello Ayni tiene un ambicioso proyecto por el cual te invita uno por cada habitante en la provincia de Salta. Con el lema: “Cada Uno de Nosotros Somos la Solución” proponen cambiar para bien algunos hábitos y realizar buenas acciones. Pues “cuando uno cambia, todo el entorno cambia y mejora”.


Veamos también este enlace: http://proyectoayni2007.blogspot.com/ 

Roxana nos explica sobre la Fundación Ayni Kalipaq qori Waman.


LA PROPUESTA: Te proponemos soluciones prácticas simples, aplicables día a día en tu casa, la escuela, el colegio, en nuestro lugar de trabajo, entre todos podemos cuidar con más amor el planeta, nuestro único hogar!

REQUISITOS: Éstos son los requisitos para sumarte al Plan de Rescate de la Madre Tierra, nuestra querida Pachamama: Conbertite en un jardinero del universo y ayúdanos a plantar; contáctate con la Fundación, de lunes a viernes de 15 a 18 hs., o vía mail: fundaciomayni2009@gmail.com y registra tu pedido de árbol, indicando el sitio en donde querés plantarlo.

TODOS PODEMOS PARTICIPAR: Los Colegios e Instituciones pueden participar del Proyecto “Estamos a Tiempo de Abrazar nuestros Bosques Nativos” un programa de Educación Ambiental, consiste en cultivar y cuidar el árbol hasta alcanzar el desarrollo necesario para ser plantado, adquiriendo los conocimientos necesarios para su desarrollo y crecimiento saludable trabajando de manera responsable.

NUESTRO OBJETIVO: Nuestra propuesta es lograr que los árboles plantados lleguen a su edad adulta, para ello necesitamos de tutores y personas comprometidas. ¡Para que esta campaña sea todo un éxito y el árbol, ser viviente, aliado y amigo fundamental para nuestra vida, crezca sano, fuerte, poderoso y feliz! Te vamos a enseñar a cuidarlo y a conocerlo. Después te entregamos el árbol en tu casa, firmamos un “Acta Compromiso” y pasas a ser el responsable del cuidado hasta que alcance su desarrollo total, con una condición, si el árbol se muere, nosotros vamos a darte una nueva oportunidad.

EL COMPROMISO: Te entregaremos diez semillas de la especie del árbol plantado vas a sembrarlas y a cultivarlas, al año entregas los nueve árboles para redistribuirlos en las áreas más necesitadas y vuelves a plantar esta vez el árbol criado por uno mismo, es para despertar conciencia ambiental y compromiso. ¡Cultivar y plantar árboles es una tarea de nunca acabar! ¡Criar un árbol lleva muchos años, entre diez y treinta años, dependiendo de la especie! Es muy importante cuidar de los árboles, son como nosotros, necesitan lo mismo, protección, atención y mucho afecto, para crecer y recibir sus beneficios.

NUESTRA INVITACION: Te invitamos a ser “amigo” del árbol y a plantar. ¡Transformemos la ciudad! Los árboles embellecen el paisaje de la ciudad, forman barreras sonoras, contra los ruidos y la contaminación, absorben los gases tóxicos, purifican el aire, proporcionan el oxígeno que una persona necesita para vivir toda su vida. ¡Las copas de los árboles cumplen esa función!

Cuidar los árboles nos ayuda a estar saludables, tienen propiedades medicinales y para muchos pueblos ellos son mágicos, siempre la historia estuvo relacionada con los árboles, nuestros próceres han estudiado, descansado y hasta soñado bajo la sombra de un árbol.

Como seres vivos los árboles nos permiten volcar en ellos nuestros sueños, proyectos y esperanzas; también podemos plantar un bello árbol en memoria de un ser querido, o simplemente como un muy buen abrigo, su sombra, reparo y protección de los fuertes vientos y lluvias, o para descansar refrescándonos bajo sus ramas y suave brisa en un agobiante día de calor.

Los árboles están presentes en nuestra vida para crear armonía y belleza trayendo felicidad a nuestra vida, aprendamos a quererlos.

Cuando regresaba de la entrevista recordé un árbol familiar que se encuentra en Piedra Blanca (Merlo - San Luis) y que un primo de mi padre, el poeta Antonio Esteban Agüero, el famoso "Tono", le dedicara un poema que lo posicionaría como el primer poeta ecologista de nuestro país. Hablo de la "CANTATA DEL ALGARROBO ABUELO" que dice así:

Padre y Señor del Bosque,
Abuelo de barbas vegetales,
yo quisiera mi canto como torre
para poder alzarla en tu homenaje;
no el canto pequeño de la flauta
dulce, delgado, suave,
La de cantar la rosa y la muchacha,
sino el canto del mar, un canto grave,
con olores de vida y con el pulso
musical y viviente de la sangre.
Algarrobo natal. Abuelo mío.
Hace mil años la paloma trajo
tu menuda simiente por el aire
y la sembró donde Tú estás ahora
sosteniendo la Luz en tu ramaje
y la Sombra también cuando la noche
en larga lluvia de luceros cae.
Así naciste. Cuando tú crecías
la región era bosque impenetrable,
con oscuros guerreros que danzaban
junto a los juegos al caer la tarde,
y con nombres diaguitas en los ríos,
sobre todas las bestias y las aves,
en cada hierba, sobre cada cerro,
una tierra sin mapas ni ciudades,
donde dioses sedientos presidían
al cortejo y el rito de la sangre
que vertían pintados hechiceros
para aplacar las cóleras solares.
En tiempo aquel la arena numerosa
que festonea las playas litorales
ignoraba las máscaras de proa,
las amarras y el ancla de las naves,
sólo sabía de los pies desnudos
y de la huella digital del ave;
Era cuando los ríos conducían
lentas piraguas sobre remos suaves
mas no la ambición del maderero
que asesina al futuro en el obraje
y convierte en silencio de moneda
la rumorosa fiesta de los árboles;
por ese entonces, mientras Tú crecías,
algarrobo natal, Señor y Padre,
la tierra nuestra en libertad vivía
hacia todos los rumbos cardinales,
desde el país del Ona y la Ballena
hasta el infierno vegetal de Cáncer,
desde el prado que el Ceibo ruboriza
a la región que señoreaba el Huarpe,
sin conocer ejidos ni parcelas,
ni muro torpe o codicioso alambre,
donde el hombre y la bestia convivían
estrechados por lazos fraternales,
y la Luna era Quiila y el Sol Inti,
el día joven y la noche grande.
Así creciste, un día y otro día,
hacia abajo y arriba, penetrante,
con las raíces cada vez más hondas
y la copa más alta y dominante,
en crecimiento que fue dura guerra
sostenida y ganada a cada instante
contra el viento del Sur y la sorpresa
del rayo azul y su puñal tajante,
contra el cierzo de julio que traía
los rebaños de nieves trashumantes,
contra la sed en el ardor de enero,
cuando gentes y plantas implorantes
alzan ojos y hojas a las nubes
por si las nubes sus entrañas abren
y la lluvia se vierte generosa
en licor de celestes manantiales.

Pero ya Tú eres lo que ahora miro
¡Algarrobo natal, Señor y Padre!
con estos ojos que el amor habita
y los otros secretos de la sangre:
un árbol rey, un árbol solo, el Árbol
sin edad en el tiempo y en el aire,
a cuya sombra hace doscientos años
a favor de un designio inescrutable
se fundó mi casona solariega
sobre honrada simiente de linaje.