Pablo Latorre Litografía de Bacle en Almanaque Federal para 1836.
Museo Histórico Nacional. Foto I Corbalán. (Iconografía de Rosas Pág. 30).
Siendo coronel, junto a sus pares Agustín Arias y Francisco Ibarra derrocan al gobernador de Salta, canónigo Gorriti que se había pronunciado por la Liga Unitaria que comandaba el general Paz. A Gorriti lo sucede el general Rudecindo Alvarado a quien Latorre y el coronel Pablo Alemán le dirigen un nuevo levantamiento federal que provoca su renuncia el 19 de noviembre de 1831. Es entonces en que a fines de este año Pablo Latorre es elegido gobernador de Salta y Jujuy ya que se trataba de una sola provincia, en un momento en que el historiador Chávez lo califica de “sumamente difícil y confuso.” Ya que los unitarios conspiraban desde Bolivia y a principios de 1832 operarían con guerrillas sobre Jujuy y Salta. Latorre delega el mando a su amigo el coronel Pablo Alemán y sale de campaña derrotando a los enemigos en Pulares.
coronel don Pablo Latorre
Debido a las exacciones cometidas por los jefes de la Liga Unitaria, la provincia de Salta, por orden de Quiroga, el vencedor de La Ciudadela, tenía qu8e pagar indemnizaciones a sus vecinas. Salta tenía que pagar 30 mil pesos en metálico (BAZAN 322:1986), 14.500 cabezas de ganado vacuno, 2.000 caballos y 800 bueyes al gobierno de La Rioja. A Catamarca y Santiago debía entregar 5.000 cabezas de ganado vacuno a cada una. A San Juan y Mendoza debe permitirles, por el término de ocho años, la introducción de sus frutos sin derecho alguno (sin pagar impuestos). A las duras cláusulas se agregaban otras de naturaleza política: La expatriación de los jefes y oficiales que combatieran contra “la causa de los pueblos”, con excepción de Rudecindo Alvarado, debido al respeto de Quiroga por su condición de guerrero de la independencia. Pablo Latorre quedaba al frente del gobierno salteño. “Su gestión –dice Armando Raúl Bazán (323:1986)- estará llena de sobresaltos. Cobrada parte de la indemnización, Quiroga regresa a La Rioja de donde le pre viene que exigirá su total cumplimiento y de lo contrario le será muy duro pero forzoso invadir Salta”.
Mariano Santibáñez
Cabildo de Salta
Estaba casado con doña Petrona Sierra y fue hijo de este matrimonio el coronel Aniceto Latorre, de actuación en el partido federal después de Caseros. Indudablemente, la Historia Oficial que sepultó en el olvido a Rosas durante tanto tiempo hasta lograr la reivindicación de su imagen, se tomará mucho más tiempo para hacer lo propio con los otros personajes de nuestra historia salteña, argentina y americana. Americana, por que ante las pretensiones de un grupo de unitarios de incorporar la provincia de Salta a la República de Bolivia gobernada por el Mariscal Santa Cruz, fue Latorre y un puñado de coroneles argentinos que desbarataron dichos planes a fuerza de derrocamientos y levantamientos, pagando indirectamente con su vida el desmembramiento de Tucumán, Santiago, Tarija y Jujuy que luego conformaron el conjunto unitario denominado la Liga del Norte, enemistados profundamente con Latorre y sus ideas federales.
Basílica de San Francisco en Salta
Nunca hubo un homenaje a don Pablo Latorre, ni una calle solitaria de Salta lleva su nombre ni jamás un clarín llamado a silencio lo recordará un 29 de diciembre… Que pena no?
FUENTES:
BAZAN, Armado Raúl “Cap. XIV De la Ciudadela a Barranca Yaco” en HISTORIA DEL NOROESTE ARGENTINO. Ed. Plis Ultra. Bs. Aires. 1986.
CHAVEZ, Fermín “Pablo Latorre” en ICONOGRAFIA DE ROSAS Y DE LA FEDERACION. NUEVOS APORTES. Ed. Oriente S.A. Bs. Aires. 1974.
Estimados: muy interesante el blog. Sobre este artículo si me permiten una aclaración sobre el movimiento autonomista de Jujuy. No fue éste un movimiento de Fascio, como se dice. Desde 1810 Jujuy buscó su independencia política de Salta; a todos sus diputados les encomendó gestionarla; el Cabildo enfrentó a Guemes porque se le quería obligar por la fuerza a reconocerlo como gobernador sin haber participado de la elección; las gestiones del teniente de gobernador Agustín Dávila en 1822. En fin...son muchos los antecedentes de una vocación autonómica que se desdibuja cuando se la presenta como la política de un hombre, que ni siquiera era jujeño. Saludos.
ResponderEliminarMuchas gracias por su aclaración Irene. Saludos.
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