OMAR OCHI: FRAGMENTO DE SU DIARIO EN TILCARA

Con alegría recibí una carta del escritor Omar Ochi de Guaymallén (Mendoza) a quien tuve el inmenso agrado de conocer y compartir momentos inolvidables como si fuese un muchacho más, tanto con él como con Marina Kohon (Bahía Blanca); Gonzalo, mejor conocido por su seudónimo "Martín Larza" (Haedo, Buenos Aires) y Américo Manzini (Ciudad de Mendoza). Formamos un grupo inseparable al que llamamos (por mención de alguien) "La Cofradía" y compartimos todos los espacios. Pero no voy a hablar yo de ésto, leamos este fragmento del diario personal de Omar Ochi...

16/04/10

Fue una mañana muy aburrida, pero en la tarde, el congreso de escritores empezó. Conocí a una bandada de genios (entre ellos, Claudio Simiz), y quienes compartieron más tiempo conmigo fueron Américo (un mendocino; nuestro encuentro pareció casual –al igual que las letras y las creencias que compartimos –aunque, cuando se trata de nuevos amigos, yo no creo en las casualidades), Gonzalo (Buenos Aires; es un muchacho muy culto, sincero y de buen sentido del humor. Con las mujeres se hacía el tonto, pero es bastante chamullero. Sin embargo, escribe muy bien), Marina (Bahía Blanca; es una mujer experimentada, la cual ha sido la voz del espíritu femenino, y, gracias a ella, pude superar una pared invisible en la noche del sábado 17), y Marcelo (Salta; es un hombre cuyas palabras sabias denotan la experiencia de una vida en el Norte, y parecía que leía mis pensamientos, pues las cosas que dijo acerca de mi conducta y de mis años son como espejos de una realidad.) Con ellos compartí mis locuras y mis salidas y almuerzos y cenas baratas.

Este mismo día (a la noche) cenamos juntos en un restaurante junto a la terminal de ómnibus, y hablamos de literatura. Luego fuimos a tomar cerveza en otro lugar (y casi pago la copa que nunca bebí), allí nos sacamos fotos, y Gonzalo se dispersó en la noche buscando un baño, y desapareció durante media hora (¿qué habrá estado haciendo?), mientras tanto, dialogué con Américo, quien dice que soy un ‘’personaje’’, y lo más triste, y lo más alegre de todo; es que dijo la verdad. Después, cuando algunos de ellos volvieron a su hostel, Gonzalo y yo conocimos a dos holandesas, entre las cuales había una bella mujer. Hablamos un inglés inventado, y al rato, Gonzalo se fue a dormir (en realidad, a cagar), y me quedé solo con las dos ninfas, y en unos minutos, volví a mi hospedaje, solo… con mi soledad. Entré al hostel y pensé: ‘‘hoy fue un día mejor’’.

Tal vez, no soy un buen tejedor de los capítulos de mi propia vida (las metáforas son para la ficción), pero soy sincero al recordarlos a ellos con alguna frase o algunas palabras que les quedan chicas.

Fragmento de mi diario en Tilcara.

Omar A. Ochi